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Características principales

Título del libro
Atlas de Colgajos Regionales y Libres para la Reconstrucción de Cabeza y Cuello
Autor
Mark L. Urken
Idioma
Español
Editorial del libro
Amolca
Marca
Amolca

Otras características

Peso
1 kg
Tipo de narración
Novela
ISBN
9789588816050

Descripción

Formato: 21,50 cm x 28,00 cm
Tapa: Tapa dura de lujo, gofrado
Número de páginas: 548
Año de publicación: 2014
ISBN: 9789588816050
Descripción:

La investigaciÃ3n en cirugÃa vascular fue significativamente mejorada, como resultado de la labor de Carrell y Guthrie a principios de 1900, en el que se realizan injertos y trasplantes de varios tejidos compuestos. La heparina fue descubierta en 1916. La capacidad de controlar la coagulaciÃ3n de la sangre fue un paso fundamental en el desarrollo de la cirugÃa microvascular, asà como el uso del microscopio quirÃorgico, que fue iniciado por Nylen y Holmgren en el oÃdo y la cirugÃa ocular, en la década de 1920 en la Facultad de Medicina de Karolinska en Estocolmo, Suecia.

Jacobson y Suárez, en 1960, fueron los primeros en utilizar el microscopio quirÃorgico para realizar anastomosis de arterias de 3 mm con seda trenzada 7-0. Asà naciÃ3 la cirugÃa microvascular. Las mejoras técnicas en los instrumentos de microcirugÃa, sutura, y el microscopio de operaciÃ3n, incluyendo la iluminaciÃ3n coaxial, zoom motorizado y visiÃ3n binocular, habilitÃ3 a varios cirujanos para comenzar simultáneamente la investigaciÃ3n de injertos experimentales en extremidades en todo el mundo.

El éxito obtenido con los injertos llevÃ3 a los esfuerzos para realizar la cirugÃa reconstructiva microvascular. Durante la década de 1960, Buncke experimentÃ3 con injertos y trasplantes de tejidos en animales de laboratorio. ÿl desarrollÃ3 muchos de los principios y técnicas importantes y es considerado por algunos como el padre fundador de la cirugÃa microvascular. El primer informe sobre un trasplante microquirÃorgico experimental de colgajo cutáneo fue reportado por Krizek y asociados. Donde piel abdominal con pedÃculo vascular epigástrico superficial se transfiriÃ3 con éxito en perros.

Durante la década de los años 1970, hubo numerosos avances en la transferencia de tejido mediante microcirugÃa experimental y más tarde en la década, apareciÃ3 la cirugÃa microvascular clÃnica. Aunque la transferencia de tejido humano se llevÃ3 a cabo en 1957, cuando Som y Seidenberg reconstruyeron un esÃ3fago con un segmento yeyunal libre, no fue sino hasta 1972 que la primera transferencia de un colgajo libre, de tejido del cuero cabelludo humano, mediante una cirugÃa microvascular, fue reportado por Harii y colegas. Un año más tarde, Daniel y Taylor informaron sobre el éxito de la transferencia de un colgajo inguinal. El primer injerto de peroné vascularizado fue reportado por Taylor y sus colegas en 1975. Las décadas de los años 1980 y 1990 trajeron muchas más innovaciones quirÃorgicas y nuevos diseños de colgajo mediante microcirugÃa, incluyendo algunas tan importantes como el colgajo escapular, el colgajo de peroné osteocutáneo y el colgajo radial.

Un nÃomero de colgajos regionales fueron entrando en uso para la reconstrucciÃ3n de cabeza y cuello al mismo tiempo que la apariciÃ3n de la cirugÃa microvascular clÃnica. El más importante fue el colgajo miocutáneo del pectoral mayor. El uso de la transferencia de tejido mediante microcirugÃa para la reconstrucciÃ3n en cabeza y cuello, sin duda, se retrasÃ3 un poco por la popularidad del colgajo miocutáneo pectoral mayor y la creencia que representaba la respuesta a prácticamente todos los retos en la reconstrucciÃ3n de cabeza y cuello. El fracaso del colgajo pectoral mayor, para transferir confiablemente hueso vascularizado en la reconstrucciÃ3n mandibular y las dificultades en el entubado de este tipo de colgajo para reconstruir el segmento faringoesofágico, llevÃ3 a un renovado interés en el papel de la transferencia de tejido libre, como una soluciÃ3n potencial.

Fue en la década de los años de 1970 que los otorrinolaringÃ3logos, que realizaban cirugÃa reconstructiva, como yo, se interesaron en la cirugÃa microvascular. Como interno oficial de segundo año, en el Departamento de OtorrinolaringologÃa, CirugÃa Maxilofacial de la Universidad de Iowa, William Panje, MD, viajÃ3 a Nueva York para tomar un curso quirÃorgico por una semana para aprender las técnicas de cirugÃa microvascular.

Cuando regresÃ3 del curso, él fue suficientemente amable para enseñarnos las técnicas aprendidas. Disecamos colgajos donantes de cadáveres y en ratas practicamos anastomosis en vasos sanguÃneos de 1 mm. Una vez que fuimos constantemente exitosos en llevar a cabo la anastomosis de estos pequeños vasos sanguÃneos, intentamos la transferencia de un colgajo inguinal libre, basado en la arteria ilÃaca circunfleja superficial y la vena del piso anterior de la boca, con el fin de reparar un defecto resultante de la extracciÃ3n de un carcinoma de células escamosas grande. El pedÃculo vascular tenÃa sÃ3lo 3 cm de longitud. Para nuestra alegrÃa, el colgajo sobreviviÃ3 y se reportÃ3, en 1975, como el primer trasplante de colgajo exitoso, mediante microcirugÃa intraoral del mundo. Para el momento, Bill y yo estábamos en nuestro tercer año de residencia. Continuamos juntos, realizando otros casos de reconstrucciÃ3n mediante microcirugÃa durante nuestro Ãoltimo año de residencia en Iowa.

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