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Características del producto

Características principales

Título del libro
Los clásicos de la cocina mexicana
Subtítulo del libro
Los clásicos de la cocina mexicana
Serie
9702222132
Autor
Ricardo Muñoz Zurita
Idioma
Español
Editorial del libro
Editorial Difusora Larousse de Colombia Ltda.
Edición del libro
2009
Tapa del libro
Blanda
Volumen del libro
1
Con índice
Año de publicación
2009
Marca
Difusora Larousse de Colombia Ltda.
Modelo
Libro

Otras características

Cantidad de páginas
144
Altura
19 cm
Ancho
26 cm
Peso
760 g
Material de la tapa del libro
Blanda
Con páginas para colorear
No
Con realidad aumentada
No
Traductores
No Aplica
Género del libro
Interes General
Subgéneros del libro
Gastronomía y Licores
Tipo de narración
No aplica
Versión del libro
No aplica
Tamaño del libro
Mediano
Colección del libro
No Aplica
Accesorios incluidos
No
Edad mínima recomendada
5 años
Edad máxima recomendada
99 años
Escrito en imprenta mayúscula
No
Cantidad de libros por set
1
ISBN
9789702222132

Descripción

NOMBRE COMPLETO
Los clásicos de la cocina mexicana
_____________________________________________________

INFORMACIÓN ADICIONAL

- Estado: Nuevo
- Editorial: Difusora Larousse de Colombia Ltda.
- ISBN: 9789702222132
- Autor: Ricardo Muñoz Zurita
- Año de edición: 2009
- Formato: Libro Impreso
- Idioma: Español
- Páginas: 144
- Peso: 760 gr
- Tamaño: 19.5 x 26.4

_____________________________________________________

DESCRIPCIÓN:

Este es el resultado de más de 20 años de investigación culinaria en México, de subir y bajar por diversos rumbos del territorio nacional. Cuando era muy joven, tenía la ilusión de conocer todo el país o por lo menos sus ciudades y pueblos más importantes. Sé que me faltan muchos todavía, pero creo haber viajado a todos los lugares donde hay algo interesante desde el punto de vista gastronómico. Lo más difícil del libro fue escoger las recetas; procuré no omitir ningún estado de la República Mexicana, pero fue una tarea complicada. Para incluir todo el país se necesitarían 32 volúmenes, uno para cada estado y otro para el Distrito Federal, y de cualquier manera quedaría incompleto, porque existen regiones gastronómicas muy difíciles de clasificar. Incluí las recetas que creí más representativas, por esto lo titulé Los clásicos de la cocina mexicana. Lo único que tuve en mente fueron las comidas que no debe perderse un viajero nacional o extranjero mientras recorre nuestro país. Trate usted de imaginar lo que sería un viaje a Yucatán sin cochinita pibil; a Sinaloa, sin degustar el aguachile, o a Baja California, sin probar los ostiones de San Quintín. No exagero al decir que la diversidad de la cocina mexicana es tan grande que a veces sólo conocemos lo que se come en el entorno donde vivimos. Además, ésta cambia mucho de una estación del año a otra. El calendario religioso modifica también nuestra forma de comer; tal vez los mejores ejemplos de esto sean el Día de Muertos o la Navidad. Aclaro que todas las recetas incluidas en este libro son del dominio popular; mi único aporte es haberlas escrito como producto de mis investigaciones. No tendría caso reescribir las ya investigadas por otros, simplemente ésta es mi visión de lo que he encontrado y comido en mis viajes. No hubiera podido escribir una receta tan compleja como el adobo huasteco sin conocer a los indígenas de esa región, o el mole poblano sin aprender lo importante que es para muchas comunidades en una boda, en un bautizo, o con el fin de festejar a su santo patrón.Lo más difícil del libro fue escoger las recetas; procuré no omitir ningún estado de la República Mexicana, pero fue una tarea complicada. Para incluir todo el país se necesitarían 32 volúmenes, uno para cada estado y otro para el Distrito Federal, y de cualquier manera quedaría incompleto, porque existen regiones gastronómicas muy difíciles de clasificar. Incluí las recetas que creí más representativas, por esto lo titulé Los clásicos de la cocina mexicana. Lo único que tuve en mente fueron las comidas que no debe perderse un viajero nacional o extranjero mientras recorre nuestro país. Trate usted de imaginar lo que sería un viaje a Yucatán sin cochinita pibil; a Sinaloa, sin degustar el aguachile, o a Baja California, sin probar los ostiones de San Quintín. No exagero al decir que la diversidad de la cocina mexicana es tan grande que a veces sólo conocemos lo que se come en el entorno donde vivimos. Además, ésta cambia mucho de una estación del año a otra. El calendario religioso modifica también nuestra forma de comer; tal vez los mejores ejemplos de esto sean el Día de Muertos o la Navidad. Aclaro que todas las recetas incluidas en este libro son del dominio popular; mi único aporte es haberlas escrito como producto de mis investigaciones. No tendría caso reescribir las ya investigadas por otros, simplemente ésta es mi visión de lo que he encontrado y comido en mis viajes. No hubiera podido escribir una receta tan compleja como el adobo huasteco sin conocer a los indígenas de esa región, o el mole poblano sin aprender lo importante que es para muchas comunidades en una boda, en un bautizo, o con el fin de festejar a su santo patrón.Trate usted de imaginar lo que sería un viaje a Yucatán sin cochinita pibil; a Sinaloa, sin degustar el aguachile, o a Baja California, sin probar los ostiones de San Quintín. No exagero al decir que la diversidad de la cocina mexicana es tan grande que a veces sólo conocemos lo que se come en el entorno donde vivimos. Además, ésta cambia mucho de una estación del año a otra. El calendario religioso modifica también nuestra forma de comer; tal vez los mejores ejemplos de esto sean el Día de Muertos o la Navidad. Aclaro que todas las recetas incluidas en este libro son del dominio popular; mi único aporte es haberlas escrito como producto de mis investigaciones. No tendría caso reescribir las ya investigadas por otros, simplemente ésta es mi visión de lo que he encontrado y comido en mis viajes. No hubiera podido escribir una receta tan compleja como el adobo huasteco sin conocer a los indígenas de esa región, o el mole poblano sin aprender lo importante que es para muchas comunidades en una boda, en un bautizo, o con el fin de festejar a su santo patrón.Aclaro que todas las recetas incluidas en este libro son del dominio popular; mi único aporte es haberlas escrito como producto de mis investigaciones. No tendría caso reescribir las ya investigadas por otros, simplemente ésta es mi visión de lo que he encontrado y comido en mis viajes. No hubiera podido escribir una receta tan compleja como el adobo huasteco sin conocer a los indígenas de esa región, o el mole poblano sin aprender lo importante que es para muchas comunidades en una boda, en un bautizo, o con el fin de festejar a su santo patrón.

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