Las Universidades En La Edad Media

Descripción

La universidad es producto de la maduración cultural experimentada en los siglos centrales del Medioevo por Europa Occidental, fruto del que probablemente sea el momento de mayor impulso cultural que vivió aquélla durante la Edad Media. A su vez, la universidad es uno de los hechos de mayor significado cultural que se producen en el transcurso del Medioevo, y de mayores consecuencias, debido a la extraordinaria duración del fenómeno universitario, que cuenta ya a sus espaldas con casi ocho siglos de historia.

Hay que destacar, ante todo, su originalidad; una originalidad que hace que las universidades difieran en gran manera de las instituciones de educación superior que había conocido la propia Europa en la Antigüedad -aunque la universidad medieval es, siquiera parcialmente, heredera de esa tradición educativa-, que difieran también de los centros de educación superior que florecían, igualmente en la edad media, en otros ámbitos culturales. Precisamente uno de los elementos de diferenciación de la autonomía de que usaron las universidades, una autonomía que no habían tenido hasta este momento los centros de enseñanza superior de la cristiandad occidental, que tampoco habían tenido ni tendrían los de otros ámbitos culturales, pues característica de unos y otros será su sujeción a poderes políticos y religiosos.

Así, la universidad se convierte en la institución europea por excelencia, una institución que, a pesar del paso de los siglos, va a mantener incólume muchas de las características que le habían singularizado desde el mismo momento de su nacimiento, características que determinan el relevante papel que estaba destinada a jugar, no sólo en el mundo del saber y de la cultura, sino también desde un punto de vista social.

Efectivamente, desde su nacimiento, y durante casi ocho siglos ya, la universidad ha desarrollado y transmitido el conocimiento científico, contribuyendo a la creación de una tradición intelectual europea, pero también ha propiciado el nacimiento de una élite académica, destinada a jugar un relevante papel social. Su eficacia a la hora de cumplir estas funciones ha impulsado su instauración a lo largo y ancho de los otros cuatro continentes, experimentando la mayor difusión protagonizada más por una institución europea.

A lo largo de las páginas de este libro se trata, precisamente, de ofrecer una visión sintética de lo que fueron los primeros pasos de las universidades, desde que se produce su nacimiento y hasta el final del Medioevo.