Velo, Mantilla, Misa Tradicional, Blanco, Ref. Fátima

Descripción

¡Bienvenidos!
Somos REGINA PACIS-ARTÍCULOS RELIGIOSOS, emprendimiento con 2 años de experiencia, somos una familia católica cuyo objetivo principal es la gloria de Dios y el bien de las almas, para lo cual, entre otros productos, confeccionamos y comercializamos hermosos velos/mantillas para la Santa Misa y demás oficios litúrgicos propios de nuestra Santa Iglesia.

PRODUCTO
Este hermoso velo para misa católica tradicional es el complemento perfecto para las mujeres cristianas convencidas de que la verdadera vida esta escondida con Cristo. Su color blanco y borde de flores, brinda un toque de feminidad y pudor. Su largo de 130 cm y caída de 75 cm garantizan una cobertura adecuada, permitiendo una experiencia de recogimiento y respeto durante la Misa. El material principal utilizado en su fabricación es la blonda, un tejido delicado y de alta calidad que realza su belleza y durabilidad. El modelo Fátima, inspirado en la Santísima Virgen María, agrega un significado especial a este velo religioso. Ideal para la Santa Misa, adoración Eucarística, procesiones públicas, rezo del Santo Rosario y demás oficios litúrgicos, para aquellas mujeres que deseen vivir su fe de manera auténtica y tradicional.

EL PRECIO INCLUYE
-Velo, diseño cascada, es decir, caída en curva atrás.
-Bolsa de tela en blonda con forro interior y cordón
ENVIO GRATIS (Según condiciones dadas por Mercado Libre)

EL USO DEL VELO
En la teología del Apóstol San Pablo, el velo es un símbolo de consagración y sacrificio personal. Así como la Iglesia se somete a Cristo y Cristo el Hijo obedece al Padre, una esposa está “bajo” el poder y la protección de su esposo. Especialmente cuando están ante el Señor en adoración, tiene sentido litúrgico para ella usar un signo externo de esta verdad interna, un símbolo público y visible de su vocación como esposa. El velo es testigo silencioso de su dignidad y poder en su propia sumisión a su esposo. Es sacramental en sentido amplio: una cosa física humilde que significa una realidad espiritual profunda. Así como las monjas dan testimonio del mundo a través de sus hábitos (incluido el velo), de la misma manera las esposas dan testimonio del carácter especial del matrimonio cristiano al cubrirse la cabeza en la misa. Este hermoso símbolo le da a la esposa la oportunidad de vivir esa vocación más plenamente recordándose a sí misma y a los otros, incluidas sus hijas, su carácter mariano de humildad. Incluso se podría ir más lejos: este delicado símbolo de lo que es un excelente ejemplo de “pequeñez” teresiana puede ser un poderoso medio de reparación para aquellos que están en rebelión contra su identidad o infieles a sus llamamientos.

La costumbre de todas las mujeres que llevan un velo en la iglesia parece encontrar justificación en el orden natural y sobrenatural de cada mujer de ser esposa, ya sea como novia de Cristo en la vida religiosa o como esposa en un matrimonio cristiano. Es una realidad ontológica y espiritual que merece ser reconocida, honrada y colocada dentro del gran mysterium fidei celebrado en la Santa Misa.

RAZONES PRÁCTICAS PARA EL USO DEL VELO
En primer lugar, usar un velo puede evitar la distracción, tanto para uno mismo como para los demás. ¿Cuántas veces nos hemos sorprendido mirando a otros en la iglesia, en lugar de concentrarnos en la oración? Para las mujeres, el velo puede ayudar. Aquellos que están protegidos por el velo, envueltos en él, pueden enfocarse mejor, recordando por qué están en la iglesia para empezar: este es un tiempo sagrado, y estoy aquí para adorar a Dios.

Otro motivo para usar un velo en la iglesia es una cierta “privacidad”, la necesidad de estar a solas con Dios, en lugar de ser amable y sociable. En la misa, el divino Novio visita el alma cristiana nupcial; debemos estar preparados para su visita. El énfasis excesivo moderno en la dimensión social de la adoración a menudo conduce a una pérdida de contacto con la única realidad que hace que todo lo demás sea real: Jesucristo, Dios verdadero y hombre verdadero, que debe ser recibido con la atención total y absoluta del alma. El velo la marca como una mujer de oración, que sabe por qué ha venido y para quién ha venido. La gente puede decir a sus espaldas que es demasiado piadosa y anticuada, pero en su corazón está en paz: sus esfuerzos se hacen por amor, y esto es lo único que importa.

Una mujer que lleva velo les dice a sus vecinas: “estamos aquí juntas para adorar a Dios”. De esta manera, ella está prestando un servicio a las demás, ayudándoles a recordar de qué se trata la misa, y eventualmente otras mujeres pueden seguir su ejemplo.

Hay muchas razones, entonces, por las cuales la práctica de usar velos de capilla es deseable. Lo más importante, para las esposas, tiene el mismo carácter que un hábito tiene para una hermana religiosa: es una señal de su llamado y consagración al Señor, con y a través de su esposo.

"Aquello que se cubre con velo es sagrado"

RECOMENDACIONES
-Lavar a mano con jabón suave.
-No dejar en remojo.
-No retorcer, ni frotar.
-No centrifugar
-Secar a la sombra.
-Guardar siempre en bolsa de tela.
-Evitar en el cabello el uso de broches, pinzas, ganchos, hebillas u otro implemento que pueda dañar o romper la tela.